Las asambleas barriales como emergentes de una respuesta a las medidas de gobierno

El miércoles 24 de enero, en la ciudad de Buenos Aires se vivió una jornada histórica. Decenas de miles de trabajadores y trabajadoras manifestaron su rechazo al DNU 70/23 y a la ley ómnibus. El paro y la movilización al Congreso fueron convocado por las tres centrales sindicales y se plegaron organizaciones de todo tipo, identificadas de diversas formas durante la marcha. Entre estas organizaciones destacaron las asambleas barriales compuestas por vecinas y vecinos autoconvocados, que se organizan en varios barrios de la CABA y del gran Buenos Aires

Todo comenzó el 20 de diciembre. Una vez finalizado el discurso presidencial, en el que se vio a Javier Milei rodeado simétricamente de sus ministros firmantes mientras leía la presentación del DNU 70/2023, comenzaron los ruidazos en toda la ciudad. Muchos desde los balcones y muchos más se volcaron a las calles copando las esquinas que ya son referentes de estas movilizaciones, como Scalabrini Ortiz y Corrientes o Juan B. Justo y Avda. San Martín o Nazca y Jonte, como para mencionar algunas de nuestros barrios.

Aquel ruidazo derivó en otros y luego estos, en algunos casos, en asambleas populares de vecinas y vecinos autoconvocados. En poco más de un mes se fueron organizando, de manera que además de las reuniones en sus esquinas, se juntan también en una asamblea de asambleas los sábados en el Parque Centenario. Estas experiencias se replican en el sur y en el oeste del Gran Buenos Aires. El conjunto de este movimiento hizo su debut en una marcha el miércoles pasado. Las asambleas del oeste se amucharon sobre la calle Paraná, ocupando la cuadra que va de Rivadavia a Bartolomé Mitre, mientras esperaban poder abrirse paso camino al Congreso.

Las de CABA sumaron en un momento una cuadra y media compacta de Bartolomé Mitre a la altura de Paraná. Algunas decidieron alcanzar el Congreso continuando por Bartolomé Mitre en dirección a Callao, otras doblaron por Paraná buscando Rivadavia. Cada una encolumnada detrás de una bandera que las identificaba como barrio, algunas más modestas, otras más coloridas, algunas imponentes. Es el caso de la del espacio de Asamblea de asambleas. Detrás de esa bandera pudimos conversar con Jonatan Baldiviezo referente del naciente movimiento, abogado, fundador del Observatorio del Derecho a la Ciudad e integrante de la Asamblea Barrios Históricos Vivos (San Telmo y Monserrat)

“Desde el espacio de Asamblea de asambleas convocamos a la gran movilización de este 24 de enero, generamos una gran concentración en el Obelisco y nos movilizamos hasta el Congreso con consignas muy claras que tienen que ver con la nulidad absoluta del DNU tiránico de Milei, la no aprobación del proyecto de Ley Ómnibus que va a otorgar la suma del poder público Milei. No estamos de acuerdo con la discusión artículo por artículo cuando el eje transversal y arquitectónico de esa propuesta es que el Congreso delegue la mayor cantidad de facultades, en distintas dimensiones de la vida política argentina, en la cabeza del poder ejecutivo. Esa delegación para nosotros es absolutamente inconstitucional”

Baldiviezo se refirió luego al Movimiento Asambleario de la Ciudad de Buenos Aires señalando que está creciendo y tratando de construir una alternativa política, reflexionando sobre cómo hemos llegado a que “…un tirano con sus delirios nos esté gobernando en estos momentos”.

Más allá de la coyuntura, del momento específico que se transita, es inevitable sentir una reminiscencia de las asambleas nacidas a partir de la pueblada del 2001. En estos días se cumplen 22 años de ese otro enero en el que hicieron su presentación en sociedad como respuesta al “Que se vayan todos”.

Y en las palabras de Baldiviezo pareció que se retomaba la búsqueda, el proyecto de transformación que quedó trunco para los asambleístas de entonces: “Invitamos a toda la ciudadanía a sumarse a esta construcción pensando que uno de los caminos es transicionar de la democracia representativa a la democracia participativa. Hemos llegado a esta situación porque creemos que la democracia representativa ha sido cooptada por las corporaciones. No entendemos como el DNU puede estar vigente ni como hoy a la madrugada se ha despachado la ley ómnibus en la cámara de diputados”.

La Asamblea de asambleas se reúne los sábados a las 18 horas en el Parque Centenario, mientras, muchas vecinas y vecinos que continúan reuniéndose para manifestarse a través del ruidazo, van comenzando su propio proceso de convertirse en asamblea.