Kiva Comunidad

A orillas del río Colastiné crece Kiva Comunidad, fruto de una semilla cultivada, como lo dicen ellas, por antiguas tribus, semilla que se manifestó y resistió en los pliegues durante mucho tiempo y que renovada, remojada con tiempo y deseos, cobra hoy una vida que conserva la esencia y tiene aromas, matices propios de las protagonistas, las encargadas del cultivo en este siglo.

 Con la tierra hecha barro hoy hacen crecer espacios para albergar todo tipo de sueños y juntas, darle forma a la belleza, a la que definen como una hoja en blanco.

 “En el cómo, veo el contenido”, manifestó Isabel Rauber alguna vez y es en el como, en cada uno de los detalles, como se organizan, como se comunican y construyen, los materiales que recuperan y mezclan con nuevo arte, es ahí donde late el contenido de Kiva Comunidad.

 Si es revolucionario o no, si llegó para quedarse…o no, nos parece que el tiempo lo dirá. Lo que queda al descubierto es el camino, la senda, con las dificultades y el disfrute de recorrerla.

 Eso nos invitaron a hacer un domingo por la tarde Mar y Agus, a recorrer el hacer de Kiva.