En la Ciudad de Buenos Aires, en el primer semestre de 2020, la población bajo la línea de indigencia prácticamente se duplicó. El 11,7% que registró el área de Estadísticas y Censos del Gobierno porteño representa a 350 mil personas que no tenían para comer, que no llegaban a comprar los alimentos básicos. Eran 171 mil habitantes más que en 2019, antes de la pandemia. En los mismos meses se registraban las peores cifras de desempleo, en especial para quienes buscaban o tenían sus primeros trabajos. La desocupación general de CABA pasó del 10,9% al 14,7% interanual, pero fue peor en la zona sur (21%) que en la zona norte (8,6%), peor entre las mujeres (15%) que entre los varones (14,4%), y mucho peor entre lxs menores de 29 años: casi unx de cada dos jóvenes no tenía trabajo.
La gestión de Horacio Rodríguez Larreta y María Migliore no es la única responsable de estos números. Pero sí es la única responsable de no haber destinado los recursos del Estado porteño, el que más presupuesto por habitante tiene en el país, a contener la crisis que causó el covid. La pandemia impactó más en los mismos sectores a los que el Gobierno de la Ciudad descuida desde hace años: lxs jóvenes de barrios populares, las mujeres y lxs niñxs, lxs trabajadorxs informales. Aunque el Ministerio de Desarrollo, a cargo de Migliore, tiene contacto directo con la población que más sufrió los efectos del covid, la decisión que tomaron como gestión fue desentenderse de su función y encubrir las consecuencias.