“En estas tramas de poder, también hay tramas de resistencia”
Escrito por La Colectiva Radio el 24 de febrero de 2022
Tercer informe desde La Rioja
Clara Olmedo – Entrevista
En Nonogasta reabrirían la ex curtiembre Yoma, luego que sus actuales propietarios, la empresa brasileña Curtume CBR SA, se fuera del país en marzo de 2020, sin explicaciones. En setiembre del año pasado el gobierno de La Rioja resolvió su expropiación. El objetivo manifestado por el gobierno provincial era entregar la empresa “en comodato o con un convenio” a otro grupo y las expectativas estaban puestas en dos grupos económicos argentinos que tienen inversiones y vinculaciones con China. También las expectativas de los cientos de trabajadores de la curtiembre están puestas en esta transacción.
Pero, a las puertas de la reapertura de la curtiembre, tampoco ahora se habla de la remediación que debería encararse sobre 40 hectáreas contaminadas con residuos tóxicos producidos por los desechos de la curtiembre, una sopa química que se genera desde hace más de 35 años, cuya lista está encabezada por el cromo y que extiende la contaminación a 50 km a la redonda.
Lo que se destaca en Nonogasta es “…el mandato de la impunidad. Y el pacto de silencio entre las autoridades, la justicia, las distintas instancias del gobierno, las instancias que son encargadas de regular, de vigilar para que las empresas cumplan con la normativa ambiental, que en Nonogasta no existen. Por eso le llamamos zona de sacrificio”, afirmó Clara Olmedo, integrante de la Asamblea el Retamo de Nonogasta, en este tercer informe desde La Rioja. Olmedo, explica la situación del pueblo de 7.000 habitantes, posiblemente uno de los más contaminados del mundo en relación a las toneladas de venenos y su población, y la compleja situación que se genera cuando la empresa contaminante es la misma que provee trabajo a buena parte del pueblo. “El pueblo que le dicen que no hay trabajo y tiene que resignarse a que el costo del trabajo es el sacrificio de nuestra salud, de nuestra vida, de nuestra naturaleza, de nuestro territorio”.
En agosto de 1985, con la presencia de Raúl Alfonsín, se inauguró en la localidad de Nonogasta una de las curtiembres más grandes del mundo, encabezada por el grupo Yoma. Los Yoma presentaron balances con pérdidas prácticamente todos los años desde la fundación de la empresa. En la década de los 90, sentados a la derecha del poder nacional, obtuvieron préstamos de la banca pública estatal por un total de 120 millones de dólares (76,8 millones de dólares del Banco Nación, 20,5 millones del Banco de la Ciudad de Buenos Aires y 19,4 millones al Banco de la Provincia de Buenos Aires) que nunca devolvieron. En 2016, Clara Olmedo e Iñaki zeberio de León realizaron una investigación sobre la curtiembre, “Nonogasta: sufrimiento ambiental y silencio social”, informe que adjuntamos. Respecto a la evolución económica de la empresa, allí consignan que “En el año 2007, se decretó la quiebra de la curtiembre Yoma, que redefinió y afianzó la relación entre empresa y Estado. El gobierno provincial, ante la crisis sociolaboral que supuso el despido de cerca de 1000 trabajadores, ofreció grandes ventajas a los futuros compradores de la curtiembre. Por una parte, el Estado Provincial se hizo cargo de los juicios laborales y, a cuenta gotas, del pago de las indemnizaciones a los trabajadores. En la negociación con el futuro comprador de la empresa el Estado también brindó la posibilidad de pagarla en cómodas cuotas; es así como Curtume CBR S.A. recién terminó de pagar la fábrica en el año 2015”. En esas negociaciones el Estado provincial asumió la responsabilidad de construir la planta de tratamiento de efluentes con el costo a cargo de la empresa compradora. Eso nunca ocurrió.
Con respecto a las consecuencias en la salud de los pobladores de Nonogasta, los casos de cáncer quintuplican el índice que se estipula a nivel nacional, esto incluye a niños recién nacidos. El informe menciona casos de trabajadores que enfermaron, otros que fallecieron, e historias de hijos que nacieron con enfermedades vinculadas a la contaminación con cromo, tales como malformaciones, inmadurez o falta de órganos, alergias crónicas, etc., No obstante la gravedad del impacto ambiental, el tratamiento de la información sobre la curtiembre en los medios nacionales se limita a los problemas socio económicos que ha generado y genera. La contaminación constante está tan ausente, como en las oficinas públicas.
Nonogasta: sufrimiento ambiental y silencio social1
Clara Olmedo e Iñaki zeberio de León2
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Imágenes: Asamblea El Retamo de Nonogasta