Parte de la historia del “Club Atlético” pasó por el Festival de la Resistencia

Entrevista a Daniel Mercogliano y Paula Mañueco
Durante el 21° Festival de Resistencia realizado el sábado en la plaza 24 de Setiembre, hicieron uso de la
palabra Daniel y Paula integrantes de la Comisión de Trabajo y Consenso del centro clandestino de
detención y tortura “Club Atlético”. Una vez finalizada su participación en el escenario dialogamos sobre
el proceso de recuperación de ese lugar como espacio de memoria
El “Club Atlético” fue un centro clandestino de detención y tortura que funcionó desde principios hasta
finales del año 1977 en el sótano del edificio del Servicio de Aprovisionamiento y Talleres de la División
Administrativa de la Policía Federal Argentina, ubicado en la avenida Paseo Colón 1266, entre
Cochabamba y San Juan.

Se estima que durante ese breve lapso de funcionamiento permanecieron secuestradas más de 1500
personas, de las cuales, al día de hoy, hay identificadas 292. En este centro de detención hubo 160
sobrevivientes. La mayoría de los y las detenidas continúa desaparecida. Durante el 21° Festival de la
Resistencia de Cachengue y Sudor hicieron uso de la palabra Daniel Mercogliano, ex detenido
desaparecido del “Club Atlético” y Paula Mañueco, abogada.

Desde el escenario precedido por una bandera negra con letras blancas en la que se sostenía “Ni un sólo
genocida suelto en las calles. Cárcel común, perpetua y efectiva”, Daniel compartió: “Yo entré al campo
con 72 kilos, llegué con menos de 45. Esas eran las condiciones de vida dentro del campo. Todo el
mundo que entró al campo fue torturado, las mujeres la pasaron mucho peor que los varones, los hombres
judíos la pasaban mucho peor que el resto de los hombres y que las mujeres. Y las mujeres judías la
pasaban muchísimo peor. Tenemos el paso de quince mujeres embarazadas, de las cuales tenemos seis
compañeros que han recobrado su identidad”.

Luego, Paula destacó que en este momento continúan los juicios por los delitos cometidos en el circuito
Atlético-Banco-Olimpo y resaltó el rol de los sobrevivientes a la hora de reconstruir los hechos. También
señaló que “…hay muchos represores condenados y procesados que están siendo enviados a sus casas, que
están recibiendo prisiones domiciliarias injustificadas o libertades condicionales. Nosotros decimos que la
desaparición forzada es un delito que se comete todos los días hasta que nos digan toda la verdad sobre
cada compañera y cada compañero. Hasta que encontremos la última nieta y el último nieto.”
Una vez finalizado su paso por el escenario, Paula y Daniel conversaron con La Colectiva sobre el
proceso de recuperación del espacio y su transformación en centro de memoria.

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