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Maia Epstein: “Después del Ni Una Menos logramos visibilizar e incorporar la violencia machista como una problemática de salud pública”

Escrito por el 2 de abril de 2025

Maia Epstein es Licenciada en Trabajo Social (UBA). Diplomada en Género y Movimientos Feministas (FFyL-UBA). Docente de Prácticas de Trabajo Social V de la Carrera de Trabajo Social (UNPAZ) y secretaria general adjunta de la Asociación de Profesionales de Servicio Social de la Ciudad de Buenos Aires (APSS).

Lo primero que nos cuenta Maia es cómo están pensando hoy el abordaje de la violencia machista y el acoso en los ámbitos laborales y en los sindicatos: “hace un par de semanas tuvimos una asamblea extraordinaria en el gremio donde pusimos en funcionamiento por primera vez un protocolo de abordaje de situaciones de violencia machista en el ámbito de la salud pública, con injerencia en nuestro gremio, pero puesto también al servicio de que sea una experiencia que se pueda replicar en otros espacios de organización sindical y en otros espacios laborales. Lo que venimos entendiendo, a partir del acompañamiento que venimos haciendo a un montón de compañeras en situaciones de violencia en su lugar de trabajo, es que sobre todo lo que nos está faltando son estructuras que contengan las denuncias y los reclamos, con la posibilidad de articular acciones concretas frente a situaciones que padecemos en nuestros lugares de trabajo. Esto abarca desde una trabajadora que no puede tener en el registro formal de su trabajo su nombre autopercibido o su identidad hasta situaciones concretas de violencia física”.

Señala que existe un amplio arco de situaciones de violencia que se padecen dentro de los trabajos en salud pública, que se extiende en todos los ámbitos laborales y a su vez hay poca respuesta y acompañamiento formal: “Lo que vemos es una falencia muy importante en ese andamiaje que tiene que tener ese ida y vuelta entre quienes trabajamos en la salud pública y quienes son responsables en nuestros espacios de trabajo de nuestras integridades”.

Esta situación se ve más agravada con el contexto político actual. Al respecto, Maia agrega que: “obviamente en un contexto donde además se cierran programas, se cierran ministerios, se cierran espacios concretos de trabajo en salud como el Hospital Laura Bonaparte, las situaciones de violencia se empiezan a recrudecer mucho más y se instalan desde el poder ejecutivo nacional y también municipal, porque no nos olvidemos que, en la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri está degradando la secretaría de la mujer”

Sostiene que los cierres de espacios y programas, el ajuste y los intentos de sacar la Secretaría de la Mujer para darles un rango menor se van traduciendo en violencia en las prácticas cotidianas laborales legitimadas desde los estamentos más altos de la organización pública, como los representantes a nivel Nacional hasta los representantes del Gobierno de la Ciudad. Dice: “El cierre de programas, los miles de despidos en el Estado, la falta de recursos, todo eso también hace a nuestras condiciones de trabajo para poder acompañar situaciones concretas de la salud en el marco de las situaciones de violencia que atraviesan las personas y a las que vamos quedando expuestas quienes trabajamos en el Estado, en este caso en la salud pública de la ciudad de Buenos Aires”.

Maia nos cuenta cuales fueron hasta el momento los logros concretos obtenidos desde el sindicato respecto a las cuestiones de violencia: “Estamos al frente del sindicato desde el año 2018 y desde ese momento estamos acompañando sistemáticamente. Se han logrado licencias que estaban siendo negadas por situaciones de violencia, traslados de compañeras que estaban pidiendo salir de determinados espacios de trabajo por estar padeciendo situaciones de violencia, cambios de horario por situaciones de violencia, cambios en los registros nominales de trabajadores por situaciones de violencia vinculadas a la identidad de género. Se fueron logrando materializar muchas de las consignas que sostenemos en nuestros espacios de organización y lucha en situaciones concretas de la vida de las compañeras que estamos sosteniendo la salud pública en la Ciudad de Buenos Aires, en todos los servicios sociales, ya sean hospitales, guardias, centros de salud, programas. Lo que creo que sigue siendo un pendiente en la agenda es que eso pueda ser una situación transversal y más universal y no tanto coyuntural-individual, que dejen de ser situaciones aisladas o excepcionales y pasen a ser algo de orden de lo cotidiano, porque sabemos que por cada compañera que se acerca, cuenta que le está pasando algo y pide ayuda, hay un montón de compañeras que todavía no llegan. O, lo que es peor, han pedido ayuda y se han encontrado con el doble de las situaciones de violencia, con un rechazo, con la fuerte exigencia de mostrarse como la buena víctima para ser creíble en su relato. No es tan sencillo afrontar una situación de violencia en nuestro lugar de trabajo justamente porque no hay mecanismos claros, concretos, construidos en diálogo con las trabajadoras y los trabajadores que estén preparados para coordinar acciones concretas frente a situaciones de violencia en el ámbito del trabajo en la salud pública”.

Maia Epstein forma parte del Programa de Atención a Mujeres en Situación de Violencia Machista del Servicio Social del Hospital Piñero. Acerca de los objetivos y la experiencia con los grupos de mujeres dentro del programa, nos cuenta que: “Es un programa que se inicia en 2014, un año antes de la primera movilización de “Ni Una Menos”. Yo siempre lo traigo a colación, más que por lo anecdótico, por la significancia que eso tiene. Fue un programa que al principio costó instalar porque se consideraba que la violencia machista no era un tema necesariamente de salud pública y enseguida sucedió la primera organización del año del “Ni Una Menos” y los movimientos que estamos detrás de eso logramos ingresar a las instituciones. Ahí se empezó a visibilizar e incorporar la violencia machista como una problemática de salud pública, que por supuesto no se reduce solo a eso, pero es parte y poder instalar en los equipos de salud que es una problemática que hay que atender tanto como cualquier otra y que también hay que aprender a verla, a reconocerla, a trabajarla, a bordarla y acompañarla. En esa búsqueda lo que hicimos fue armar un dispositivo grupal para acompañar a mujeres que estén o hayan atravesado situaciones de violencia machista, intentando recuperar un poco la experiencia del movimiento feminista en términos de los grupos de autoconciencia o de autoconcientización que han sido grupos que históricamente las mujeres hemos formado para discutir temas que atraviesan nuestra vida cotidiana en relación a nuestra condición de ser mujeres en este mundo machista, patriarcal, sexista y demás”.
Agrega: “Es un espacio abierto para que todas las mujeres que lo necesiten puedan ir y encontrarse, en el sentido más profundo de la palabra encuentro. Encontrarse con otras, encontrarse con sus propios relatos, encontrarse con sus propios deseos, encontrarse también con sus propios dolores, sus propias frustraciones, para transformar eso colectivamente. La idea es que sirva como un espacio de suspensión de la vida cotidiana, que una pueda entrar a ese grupo, parar un poco la pelota de las múltiples tareas que tenemos a cargo las mujeres en esa jornada total del trabajo que implica el laburo concreto asalariado, pero también el trabajo de cuidado, la crianza, el cuidado de personas dependientes, la gestión de recursos, el sin fin de cosas que hacemos mujeres y disidencias todos los días y que sea un espacio donde se puedan pensar alternativas de vida posibles, ensayarlas ahí, discutirlas con otras y salir de vuelta al ruedo a probar alternativas de vida que nos ofrezcan una opción que no sea la violencia”.

El grupo del Hospital Piñero, ubicado en la Av. Varela 1301 en el sur del barrio de Flores (CABA), funciona los días jueves de 9 a 11 de la mañana en los consultorios externos del servicio social. Es un grupo abierto y quien quiera y necesite acercarse puede hacerlo directamente. Lo importante es alojar y contener colectivamente a las mujeres que atraviesen o hayan atravesado situaciones de violencia.

Entrevista Completa a Maia Epstein

(Fotos tomadas de las rede sociales Instagra y Facebook)

 

 

 

 


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