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Se trata del título de una obra de teatro y remite a una vieja ley de 1986 que estampada en las cajillas de cigarrillos alertaba que “El fumar es perjudicial para la salud”. En este caso el hábito de fumar será el hilo conductor de recuerdos entre tres … amigos ¿amigotes?

Lautaro Vilo escribió esta obra a fines de siglo pasado y en 2010, Santiago Civit interpretó uno de los papeles. Hoy Civit la dirige, previa adaptación. En el contexto actual, el resultado es el de tres personajes profundamente machistas y extremadamente incorrectos en cuestiones de género.

La pieza teatral tiene la enorme virtud de exponer una educación patriarcal y conductas machistas desde una mirada que no responde a una interpelación feminista sino a una necesidad de poner en discusión aspectos de las masculinidades.

Fuimos al teatro El Crisol y una vez terminado el espectáculo conversamos con Francisco Civit y con Julián Vilar, uno de los actores. El Crisol queda en Malabia 611 en el barrio de Villa Crespo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y «23344» va los sábados a las 20 horas. 

Julian Vilar nos contaba acerca del proceso de ponerse en la piel de su personaje: «Sinceramente fue bastante angustiante. Ensayamos muy poquito tiempo, automáticamente vino la pandemia y ahí reclusión total, ensayo cada uno en sus casas y fue un proceso medio en soledad en la que quise desistir muchas veces. Porque uno tiene que comprender la mente, el funcionamiento de ciertas cabezas, para poder interpretar me parece que uno tiene que intentar comprender, y para intentar comprender uno muchas veces tiene que cambiar la óptica. No puedo intentar comprender desde mi modelo de pensamiento, ni desde mis principios y valores: tengo que cambiar de valores porque si lo intento comprender desde lo mío no me entra en la cabeza, y ese proceso fue como bastante intenso.»