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1996: el año en que River Plate abandonó el fútbol femenino

Escrito por el 4 de julio de 2021

Todas las condiciones estaban dadas para vivir una verdadera fiesta del futbol. La edición número 11 del superclásico femenino. Y con un condimento extra, se jugaría en el estado principal de River Plate, el estadio Monumental de Núñez, ubicado en la Av.Figueroa Alcorta y Udaondo del barrio de Belgrano en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires​.

Aquella sería la primera vez en la historia que un superclásico oficial de futbol femenino se jugaría en ese estadio. Nada hacía suponer que iban a suceder una situación vergonzosa y lamentable.

El equipo dirigido por Miguel Ángel Bordón venía de ganarle en la fecha anterior a Juventud Unida de San Miguel por tres a cero con goles de María (Piquito) Roblez, María Chaveros y Elizabeth Villanueva en un recordado partido jugado en La Bombonera. Motivadas por este triunfo llegaban hasta el Monumental con la confianza mas arriba que nunca. Las gladiadoras salieron a enfrentar a su clásico rival con la garra de siempre, pero nadie imaginaba lo que estaba por pasar: el equipo de Nuñez nunca salió a disputar el partido. River Plate abandonó.

Corría el año 1996, en fútbol masculino el xeneize le ganaba los dos partidos por el campeonato de AFA a su eterno rival institucional. Mientras tanto, en el fútbol femenino las pioneras gladiadoras seguían haciendo historia, a pesar de que en los dos primeros años de la presidencia de Mauricio Macri los dirigentes de la Comisión Directiva, atravesados por el patriarcado, no apostaban al fútbol femenino. Luego, por exigencia de FIFA por un lado y bajada de línea de AFA por otro, se volvió al menos a darle un poco de atención a esta actividad deportiva.

En las primeras fechas del campeonato de 1996, el xeneize venía de racha. De esta forma, el sábado 26 de octubre se jugaba la 5º fecha del fútbol femenino, en la cual estaba programado el superclásico. Pero el partido nunca llegó a jugarse, dado que River Plate no quiso salir a hacerlo. El partido se suspendía no por falta de policías ni de médicos, sino sencillamente por miedo de los dirigentes riverplatenses al próximo encuentro de River – Boca a jugarse en el Estadio Monumental.

Jorge Rossi, intendente del estadio “monumental” donde River Plate jugaría de local, no habilitó el campo de juego argumentando que la cancha tenía barro y eso estropearía el campo de juego. Sin embargo ese mismo directivo declaró al diario «Olé» que “se manejan otros intereses en el fútbol masculino”, aludiendo de fondo que la lluvia caída la noche anterior no tenía nada que ver. Más claro imposible.

A pesar de todo esto, el plantel xeneize junto a Liliana G. Rodríguez, su capitana, Laura Rodríguez, Sálice, Scalice, Juárez, Robles, Altamirano, Aiello, y el resto de las gladiadoras, salió al campo de juego como marcaba el reglamento, y River Plate no se presentó: se quedó en el vestuario. Las gladiadoras sacaron fotos, el árbitro designado para ese encuentro era el señor Aníbal Hay, prestigioso referí de aquel entonces quien realizó el acta correspondiente y el partido se suspendió.

La suspensión tenía al patriarcado como matiz de fondo aunque se le echara la culpa al barro. El mismo Aníbal Hay, después de recorrer el campo de juego, declaraba “Está en perfecto estado. Se puede jugar sin ningún inconveniente”. Los directivos millonarios tampoco querían arriesgarse a perder otro encuentro ante Boca Juniors, sin importar de qué actividad deportiva se tratase, y menos en el Monumental y de manera televisada, dado que en fútbol masculino ese año por los certámenes oficiales los xeneizes habían ganado los dos encuentros: el 4 a 2 del Clausura ´96, y el 3 a 2 del Apertura ´96. Las gladiadoras venían en ascenso, remontando la historia de los clásicos en fútbol femenino, y en River venía en retroceso, dado que temporada a temporada se le iban las jugadoras, y pagaban los viáticos con retraso a esa altura.

Volviendo al abandono de los plumíferos de Nuñez, además de no habilitar el campo de juego, cortaron la luz de un sector del estadio para que todo este “papelón millonario” no pudiera televisarse ni mostrar el real estado del campo de juego en la TV ante la ciudadanía. Una vergüenza total. El conductor Eglis Giovanelli del canal “Siempre Mujer”, que transmitía los partidos en vivo, declaró al respecto: “Esto es increíble: nos cortaron la luz para que no transmitiéramos, esto es un bochorno”. Sin duda, un abandono, claro del folclore futbolístico e institucional que caracteriza a los enfrentamientos institucionales de River – Boca y Boca – River. En este caso, el que puso excusas y falta de actitud deportiva fue el club de Nuñez. Luego se reprogramó, dado que los directivos de Boca no hicieron nada por ganar los puntos en el escritorio cómo correspondía. El partido se jugó en la cancha auxiliar de River un mes después y lo ganó el equipo de Nuñez por 2 a 1. En materia de puntos a los directivos de Nuñez le salió bien la estrategia, pero les quedó una mancha de las que no se borran más en las instituciones deportivas.

Desde el colectivo de socios y socias que conformamos el creemos importante que estos hechos nefastos de la historia deportiva no queden en el olvido, dado que de esta manera estaremos aportando para que no se vuelvan a suceder, además de aportar al lógico folclore institucional y futbolístico.

Fuentes: indymedia.org / Grupo de Investigación Histórica “Leyendas Xeneizes” 


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