“Nosotros queremos saber donde está el cuerpo de Hernán”

Entrevista a Carlos Loza, ex detenido desaparecido

El juicio al represor Mario “Churrasco” Sandoval comenzó el 14 de setiembre y se acerca al final de las audiencias testimoniales. Sandoval está acusado por secuestro y torturas contra Hernán Abriata, en 1976. Dieron testimonio y reconocieron a Sandoval, la esposa, la hermana y compañeros de cautiverio, entre otros. Dialogamos con Carlos Loza, quien estuvo detenido en la ESMA junto a Abriata desde finales del 76 hasta enero del 77

 

 

El juicio contra el represor de la Policía Federal Argentina Mario Sandoval continúa su curso en el TOC 5 de Comodoro Py, en la Ciudad Autonoma de Buenos Aires. Fue extraditado de Francia para ser juzgado por el único caso de desaparición y torturas de Hernán Abriata, hecho ocurrido el 30 de octubre de 1976 en el barrio de Belgrano. La justicia argentina le imputa otros 594 hechos. 

Han transcurrido seis audiencias en las que se recogieron testimoniales de familiares y compañeros de cautiverio del joven estudiante de arquitectura, que fue visto por última vez en los calabozos de la ESMA. Esos testimonios, de la esposa de Abriata, Mónica Dittmar, de la hermana de Hernán, Juliana y otros familiares, reconstruyeron los hechos que la fiscalía tiene acreditados: Sandoval dirigió el secuestro de la familia Abriata en su domicilio, para obligar al padre a llevar a una parte del grupo de tareas, hasta la vivienda de Hernán.

El martes, en De Hormigas y Cigarras, entrevistamos a Carlos Loza, ex detenido desaparecido, quien compartiera cautiverio con Abriata. Loza brindó testimonio el miércoles 12 de octubre. Trabajador portuario, fue secuestrado el día 16 de diciembre de 1976 y trasladado a la Comisaría 30. Luego fue llevado a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde sufrió tormentos. Allí conoció a Hernán, antes de ser liberado el 6 de enero de 1977.

“Estoy bien. Estuve ansioso por prestar mi declaración y ahora estamos ultimando los detalles para que pronto se dicte la sentencia”, explicó Carlos Loza en el comienzo de la entrevista. Las testimoniales están llegando a su fin y, salvo que surjan mas testigos por parte de la defensa, se pasaría en un par de semanas a la parte de alegatos, para dar paso al fin a la sentencia, que se espera desde hace 45 años.

En relación a la declaración que brindó Sandoval en la primera audiencia, consultamos a Loza, si esa decisión del imputado lo sorprendió: “Por su puesto que me sorprendió, porque dijo en un momento: “el Sr. Loza hizo lo posible para extraditarme”. Tremenda amenaza estar en la boca de un genocida. Con lo que ha pasado en nuestro país, no es poca cosa. Hicimos público, desde diferentes organizaciones, el rechazo a las amenazas, no solo a mi sino a todos los testigos y en la última audiencia recalqué la responsabilidad del tribunal para que tuviera mayor control sobre el imputado y nos garantice la seguridad a nosotros”. Sandoval ya anunció que volverá a hacer uso de la palabra, luego que declaren los testigos.

El acusado decidió no estar en la sala de audiencias y sigue el juicio por zoom desde el 6° piso de los tribunales, por lo que los testigos no han tenido que volver a cruzarse con él desde el 14 de setiembre. Loza a declarado ya en otros juicios de esta Megacausa ESMA 6. Consultado si este juicio en particular tiene un carga diferente, señaló: “No, siempre tiene el mismo impacto. Y lo que queda es eso que dije en la audiencia, nosotros queremos saber donde está el cuerpo de Hernán para poder efectuar el duelo correspondiente, especialmente su madre de 95 años. Nosotros queremos saber eso que solamente Sandoval puede decirnos, porque él estuvo en ambos domicilios y así lo había resuelto también el tribunal de Versalles. Yo lo siento porque es un compromiso contraído en situaciones de las más difíciles que le puede tocar a un ser humano: estar en un campo de concentración y darnos las formas de ubicarnos. Y eso es una responsabilidad enrome que tenemos con la familia y muy, muy especialmente con Hernán. Y eso va a estar presente todos los días en mi vida hasta que muera. Va a estar presente Hernán y no hay un día en que, de alguna u otra manera no lo recuerde. Y ese último gesto quedó grabado en nosotros, los que pudimos sobrevivir, para siempre”.

Loza, al igual que todos, todas quienes prestaron testimonios quedan a la espera de los alegatos, la sentencia y a que abran los archivos y expliquen qué fue del destino de Hernán.