Nicaragua – Manifestaciones, represión y tres nuevos asesinatos
Escrito por Piedra Libre el 13 de mayo de 2018
En la madrugada del viernes 11 de mayo, organizaciones de derechos humanos nicaragüenses comunicaron que fueron asesinadas tres personas más en medio de manifestaciones opositoras al gobierno de Daniel Ortega. Se trata de dos jóvenes de 19 años y un hombre de 53.
Esta tensa situación comenzó el 18 de abril, cuando el presidente Daniel Ortega, dio a conocer un decreto con una serie de reformas a la seguridad social que significaban una reducción de las pensiones en un 5% y aumentaba las contribuciones de empresas y trabajadores. El gobierno pretendía de esta forma recaudar unos 250 millones de dólares con los cuales compensar al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social. Este hecho fue el detonante para que miles de habitantes de ese país salieran a las calles a protestar, encabezados por estudiantes organizados. El gobierno respondió con una violencia extrema cuyo saldo al día de hoy no está claro. Organismos de derechos humanos registraron entre 50 y 63 personas asesinadas, la mayoría en manos de fuerzas de seguridad.
El presidente de Nicaragua revocó las reformas el domingo 22 de abril. Argumentó que sus propuestas no tuvieron “viabilidad” y crearon una “situación dramática”. No obstante, las protestas continuaron y militantes de base nicaragüenses hablan de este momento como “bisagra” en la situación social del país.
En paralelo, el comando político del Frente Sandinista de Liberación Nacional dio a conocer un comunicado en el cual señala como responsable de los estallidos a una suerte de complot orquestado por la CIA y emparentó la situación vivida con las llamadas “guarimbas” en Venezuela.
Respecto de lo ocurrido y la responsabilidad de la policía, Vilma Núñez, presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) explicó en Piedra Libre que “Es muy difícil resumir todo lo que ha acontecido en nuestro país. Los daños y las repercusiones son verdaderamente incalculables. Una maniobra del presidente de la república de inconsultamente reformar la ley del seguro social, a escondidas incluso de sus socios más cercanos, que era la empresa privada, desencadenó esta protesta contra la ley. Y la protesta contra la ley desencadenó el reclamo reprimido que tenía la población nicaragüense de la serie de violaciones a los derechos humanos que aquí se vienen cometiendo. De la centralización, de la exclusión, de la destrucción de la institucionalidad, de la falta de democracia que la pareja presidencial ha impuesto a nuestro país. La gente salió a las calles a protestar. Sin embargo no hubo casi posibilidades de protestar pacíficamente, porque inmediatamente, la vicepresidenta de la república dio la orden a sus seguidores a que tomasen las principales vías de comunicación. Eso fue subiendo de tono, empezaron a detener masivamente personas y ese fue el inicio de esta agresión. En un primer momento la policía parecía una espectadora complaciente de la represión. A medida que avanzaron las horas y los días, la policía se convirtió en actora de la represión, primero tirando balas de goma y después balas usadas prácticamente para la guerra. La primera noche de la protesta fueron agredidas muchas personas, incluso defensores de derechos humanos y una compañera del movimiento feminista. Agredieron la Universidad Centroamericana, después agredieron la Universidad de Ingeniería, la Universidad Nacional Agraria y por último la Universidad Politécnica de Nicaragua. No sólo se les ha violado su autonomía física sino que también se les ha intervenido convirtiéndolos en centros de represión. Esto ha dejado un número indeterminado de muertos. Sin embargo, el CeNiDH, con mucha responsabilidad y con mucha seriedad, sólo podemos confirmar hasta este momento, lamentablemente, la cantidad de 42 personas muertas (50 al momento de realizar esta nota)”.
La Dra. Núñez en su momento reportó alrededor de doscientos detenidos durante esas primeras manifestaciones y torturas a por lo menos cincuenta jóvenes, a los que raparon, les quitaron los zapatos y los obligaron a volver de la cárcel donde los detuvieron hasta la ciudad caminando.