«Hacia una agenda de masculinidades deseables» Nicolás Pontaquarto
Escrito por La Colectiva Radio el 11 de julio de 2024
El triunfo de Javier Milei ha sido resultado de una sumatoria de factores que seguramente seguirá siendo objeto de estudio por un buen tiempo. Hay quienes arriesgan que ha existido un gran componente emocional más que racional a la hora de votar a un personaje que sin tener un origen de la política partidaria y con grandes demostraciones de violencia verbal y gestual ha interpelado a una parte de la población con un discurso de destrucción.
Entre sus seguidores libertarios y entre sus votantes, aunque no se definan como tales, existe un alto porcentaje de varones jóvenes que están en los veintitantos.
El Instituto Masculinidades y Cambio Social publicó una nota al respecto titulada “Ningún pibe nace libertario” por ello Son & Se Hacen dialogó con Nicolás Portaquanto, integrante del mismo.
La Colectiva: ¿Podríamos decir que la agenda feminista de los últimos años no se ocupó de los varones jóvenes y esto provocó en ellos un rechazo y vuelco hacia un pensamiento mas conservador?
Nicolás Pontaquarto: Nosotros escribimos esa nota en base a algunas lecturas y también al trabajo territorial con varones a lo largo de todo el país que hacemos con el Instituto de Masculinidades, tenemos una percepción y es que cualquier medida afirmativa que busque compensar una exclusión histórica de poblaciones vulnerables fue interpretada por una gran mayoría de varones jóvenes, como una discriminación contra ellos, y también contra un proyecto de vida vinculado al mérito, al esfuerzo y a lo individual. Y en este sentido especialmente en los varones se pone en juego algo de los mandatos de la masculinidad, vinculados a ser proveedores, la importancia del dinero, el éxito y el reconocimiento social de determinadas certidumbres con las que contamos los varones, y que los feminismos y los movimientos de mujeres en 2018 pusieron en disputa. Donde no hubo además, respuestas estratégicas de volver a recomponer el vínculo de los varones con la participación y con la representación política. No logramos masivamente construir estrategias para recomponer ese vínculo de los varones con la masculinidad y con la época.
Hace dos días escuchaba una nota de Javier Balsa, investigador del Conicet y director de El Instituto de Economía Social en la Argentina Contemporánea de la Universidad de Quilmes que mencionaba que el 80% de los varones menores de 30 años votaron a Milei en el ballotage y que si hubieran votado como el resto de la sociedad habría ganado la fórmula de Massa/Rossi. Entonces es interesante pensar en esta población particularmente y en los efectos que tuvieron en los últimos años las reivindicaciones y conquistas de las mujeres y disidencias.
LC: ¿Qué efecto tuvo la pandemia en la profundización de la soledad?
NP: Entiendo que la pandemia puede haber profundizado que estos varones jóvenes se hayan sentido solos y relegados, de hecho la soledad es una variable que aparece también como predictor de algún modo del voto hacia Milei y sube hasta seis veces más en personas que experimentaron situaciones de soledad durante la pandemia, también el encierro y ciertas vivencias desde lo individual sumado a un proceso de politización a través de internet en ciertos foros más masculinos en las redes donde existe además un lenguaje que es un código rápido que se busca en determinadas emociones. Esto hizo que en Milei y en ciertos candidatos de ultra, referentes o influencers libertarios de su espacio encontremos personas que se muestran especialmente agresivas, enojadas, con rabia, y se generan mecanismos de identificación en este sentido, es decir Milei de algún modo lo que le propone a los jóvenes es un proyecto de masculinidad que busca y trae alguna de las actitudes, de los comportamientos, de las prácticas y de las narrativas que muchos de estos varones entendían canceladas, perseguidas o interpeladas por los feminismos y las mujeres, y genera un cuestionamiento de las políticas de género, del feminismo en el estado, hablan del lobby LGBT, cuestionan la agenda 2030.
En estos conjuntos de estrategias y de políticas que vinieron a reconocer y a reparar una desigualdad estructural con ciertas poblaciones, los varones interpretan que se olvidaron de ellos, que no los vieron ni los miraron y sumado a esto una situación de precariedad, de ingresos bajos en cuestiones materiales concretas.
LC: En los últimos meses se ve que los seguidores de Guillermo Moreno son una población muy similar a la que sigue a Milei de jóvenes varones ¿esto es así?
NP: No hay ningún análisis que yo conozca, y esto es mera observación personal, pero es cierto que se ve en sus seguidores también una presencia de jóvenes, varones, de clases también medias o medias bajas, es un público que en ese sentido comparte con Milei y hay ahí también una apuesta a un modo, a un proyecto de masculinidad. Lo que a nosotros nos interesa pensar muchas veces es en ¿qué opciones de construcción hay? ¿Que podemos proponerle a los varones? después de lo que fue el 2018 con un momento importante en relación a los escraches y a la visibilización de las denuncias públicas. ¿Qué efectos generó eso en los varones? cuando hay muchísimas prácticas a las que estábamos acostumbrados y nunca nos habíamos hecho ninguna pregunta o problematización. Tenemos que pensar y proponer a esos varones un proyecto de masculinidad deseable que hable de su malestar en el que puedan repensar los malestares de los varones. Porque hay mucho de individualización de los problemas, de creer que “esto me pasa a mi” pensar en ¿qué relación establecen los varones con la participación política? con la representación, pero también con sus propios malestares, entonces repolitizar y poner en agenda, volverlo una discusión pública y empezar a construir también estrategias para hablarles, para volver a invitarlos.
LC: ¿Y cómo lo hacemos desde lo cotidiano? ¿Cómo interpelarlos?¿Cómo explicarles que el feminismo no es estar en contra de los varones?
NP: En nuestro caso tanto desde el Instituto de Masculinidades como desde la Dirección de Promoción Masculina del Ministerio de Mujeres de la Provincia de Buenos Aires, venimos generando estrategias de discusión de rondas de actividades de sensibilización en talleres, en espacios donde los varones podamos conversar y empezar a reconocer algunos de los efectos que tuvieron estos cambios en los últimos años en nuestras vidas, en nuestra forma de relacionarnos, en la forma de encarar, de seducir de vincularnos con los otros, de construir paternidad, de construir amistades. Entonces hay una estrategia vinculada más a la conversación, a empezar a hablar y en este sentido en el Instituto entendemos que los feminismos son una oportunidad para los varones con respecto a la problemática de la violencia de cierta masculinidad que se construye muy ligada al ejercido de las violencias, a la participación de grupos de varones que funcionan como corporaciones de complicidad, de silencio y de privilegios. Aparece además esta oportunidad de poder comprender reconociéndome en principio como un sujeto de género atravesado por ciertos mandatos y viendo cuál es el efecto que tiene el patriarcado en nuestras vidas. Entonces tenemos una oportunidad también de mejorar la calidad de vida de los varones jóvenes, en tanto que estos varones jóvenes encabezan todos los índices de morbimortalidad por causas externas lo que significa que triplican en suicidios consumados y accidentes de tránsito en relación a las mujeres, son los usuarios con mayor dependencia a consumos problemáticos, hoy estamos viendo ludopatía en adolescentes y los varones duplican la cifra en relación a las mujeres, en las agresiones en la via pública, en las peleas, es decir que hay un montón de situaciones en las que la propia masculinidad nos expone al riesgo y que finalmente genera un promedio en la expectativa de vida de 5 años menos que en las mujeres. Entonces entendiendo ahí cuáles son los costos de esa masculinidad es que podemos empezar a hablar con los varones y sobre todo esto donde repensar esos malestares. Disputar el sentido de esos malestares porque Milei lo hizo, pero lo hizo haciendo una lectura de que los responsables de los malestares y de todo lo que habían perdido los varones habían sido los feminismos y la agenda 2030, entonces ahí que disputar esa interpretación.
LC: ¿hay recepción a esto en esos varones de este 80% de menores de 30 años que votaron a Milei?
NP: Sí, si. Nosotros siempre planteamos la importancia de diversificar las estrategias y de pensar ¿Dónde están los varones? no solamente en crear los dispositivos, los talleres y las charlas sino ir a buscarlos, la estrategia es ir a los lugares de trabajo, ir a los clubes, también es a través de la ESI con la incorporación del enfoque de masculinidades en la ESI, como una estrategia importante para generar los espacios de conversación y trabajar sobre los imaginarios y los fantasmas que circulan entre varones, lo que aparece muchas veces en Twitter como meme o como discurso del que todos un poco nos reímos son discursos, narrativas y mensajes que los varones tienen como verdades, por ejemplo en relación a los ministerios de mujeres de que no sirven para nada y entonces se intenta trabajar en los costos de ese dispositivo de masculinidad y también sobre la idea de que las políticas de igualdad son políticas que vienen a mejorar la vida de la comunidad en su conjunto y no de poblaciones focalizadas o específicas. Es un trabajo largo, nadie se desprende de ideas ni de creencias ni de valoraciones sobre algunos temas de la noche a la mañana, por eso siempre remarcamos la posibilidad de pensar en procesos, o sea, no en una sola intervención o en un solo encuentro o en un solo taller, sino en pensar en procesos en un espacio de sensibilización que lleven un tiempo y donde se puedan ir desarmando algunas de esas creencias y prejuicios.