Este jueves se estrena La Bruja de Hitler

La película dirigida por Virna Molina y Ernesto Ardito aborda el tema del nazismo entramado particularmente en la sociedad argentina. La Bruja de Hitler se desarrolla en la Patagonia en el año 1961 y narra la vida cotidiana de una familia de origen alemán que alberga a un prófugo nazi, su esposa y su hija. Inspirada en hechos reales, se trata de una fábula que echa luz sobre la marcada presencia del nazismo en la actualidad. El estreno en el circuito comercial viene precedido del estreno mundial en diciembre de 2022 en el festival de Calcuta, donde obtuvo el Tigre de Oro a la Mejor Dirección. Entrevista a Molina y Ardito.

Año 1961, en un paisaje patagónico se desplaza una pareja y la hija de ambos, Se dirigen a la casa de los Krauss, una familia de origen alemán. El visitante es un ex jerarca nazi que viene a refugiarse en Argentina, busca poder transitar una vida normal con total impunidad. Y a partir de ahí los personajes deberán responder o adaptarse a esa “normalidad” que proponen los nuevos ocupantes de la casa.

Como es de esperarse, las respuestas van a ser diversas, intervenidas también por un entorno de personas escaso y diferentes al grupo: Gretel, la hija del jerarca nazi, se entrega a la perversión secreta de su padre. Hans busca convertirse en un buen hombre a través del sufrimiento. Emma, la más pequeña, experimenta en su propio cuerpo la asfixia del silencio. Frida se atreve a rechazar el mandato paterno y se entrega a un amor prohibido, aunque el precio sea sufrir en carne propia lo más oscuro de la condición humana.

En ocasión de la presentación de la película para la prensa, dialogamos con Virna Molina y Ernesto Ardito, directora y director del largometraje. Conmovidos aún por la película la pregunta inicial apuntó a su génesis: ¿De donde se parte para pensar, imaginar una obra con el nazismo impregnando la vida cotidiana de estos personajes? La que comienza el diálogo es Virna: “Nuestra tesis es que el nazismo, obviamente, no desaparece en 1945 cuando pierde la guerra, sino que maravillosamente gana la batalla ideológica de instalarse de alguna manera en la sociedad en forma muy perversa y oculta. Porque todo el odio y el desprecio y el exterminio del diferente, que no eran sólo judío, es como que eso continúa y no sólo en el plano, llamémosle narrativo, sino en el plano estético, principalmente.”

La directora ve en las políticas de los Estados Unidos del siglo pasado una marcada continuidad de la ideología nazi, sobre todo en la figura de la mujer. Si bien reconoce que la Alemania del nacional socialismo creo una maquinaria “perversa y burocrática” de exterminio que no se ha repetido, entiende que este mundo continúa con esa lógica. “El cine y la ficción nos permiten hablar de algo que parece que es parte de un pasado y que ya no nos interpela, pero es mentira, está. Está y nos interpela y nos afecta permanentemente y somos cómplices, muchas veces.”

La pregunta que nos hacemos y trasladamos en este punto, es ¿De que manera se oculta esta vigencia? ¿Hasta donde focalizar los horrores del nazismo en la figura de Hitler contribuye a ese solapamiento? “Nadie que no sea nazi va a reconocer a un nazi como una persona buena, decente, es el malvado de la película. Ahora bien ¿qué tanto de esa naturaleza está presente en el mundo de hoy, en cada uno de nosotros? ¿Hasta donde nos metieron esos conceptos desde la estética, desde la moral, desde la ética? ¿Hasta donde seguimos profesando una lógica que condujo al exterminio a millones de personas? Nos ha parecido más sencillo plantearlo en esos términos históricos, en ese momento y con ese escenario que todos siguen reivindicando como el lugar más bello del mundo. Sí, es así, pero todo el mundo sabe que está atravesado por todo esto. Cuando dice inspirado en hechos reales es porque muchos de los episodios son reales, son documentales”, explicó Virna.

Cada personaje tiene la virtud de atrapar con sus particularidades generando algunos un profundo rechazo, mientras que otros llevan a depositar en ellos alguna expectativa de resistencia o cambio. Frida, Hans y Emma son los más jóvenes y quienes sufren en carne propia las consecuencias de una forma de pensar. Respecto de Hans, Ardito explicó: “El rol de Hans es súper interesante porque lo fuimos transformando durante el guión. Es el rol del adolescente dentro de la familia que continúa con el mandato paterno, no aplicándolo, sino con el silencio. Y al materializarlo lo hace tan dañino como el verdugo, por lo que creo que se transformó en el personaje más oscuro de la película porque ¿Qué hacemos con ese silencio?”

El inmenso paisaje patagónico envuelve esta historia sin ocultar lo que esconde. Por lo contrario, es un punto de referencia para recrear el andar de algunos criminales de guerra nazis que anclaron en la región con el beneplácito de autoridades, vecinas y vecinos. Sus rastros llegan al presente y resulta imposible no trazar esos paralelismos en la actual persecución al pueblo mapuche: «La hora de la cacería comenzó», sintetiza su propuesta realizada el año pasado un grupo de El Bolsón denominado Legión Nacional Patgriótica.

Pero probablemente, dentro de otros paisajes aparecerán las muestras del nazismo persistente tal como lo definen Ardito y Molina: “Como odio al diferente, como necesidad de exterminar lo que no es espejo de uno mismo, el nazismo como herramienta para la opresión de la diversidad y la construcción de una monocromía equilibrada y contenida”. Entre las virtudes que tiene la película está su elenco impecable y la de abrir un espacio de reflexión y nos parece que el cine es su lugar natural, más allá que pueda verse más adelante en alguna plataforma.

Se estrena este jueves 8 de junio. Llega galardonada con un Tigre de Oro a la Mejor Dirección obtenido en diciembre pasado en el festival de Calcuta y en CABA se podrá ver en Cinépolis Recoleta, ubicado en Recoleta Urban Mall, Vicente López 2050. Va todos los días a las 14:30 y a las 17:10. Las entradas se pueden comprar acá: https://www.cinepolis.com.ar/peliculas/la-bruja-de-hitler