Alegria sin fin
Escrito por La Colectiva Radio el 23 de diciembre de 2022
Argentina es campeón mundial por tercera vez en su historia. Este martes 20 de diciembre nos tomamos el tiempo para festejar, revivir y seguir de cerca la espera de millones de personas ansiosas por ver pasar el micro con la selección, aunque finalmente haya quedado demostrado que lo que buscaban en las calles era compartir la alegría, el festejo y sentirse uno con todos en ese espacio que, al cabo, es fugaz. También opinamos sobre fútbol y nos pareció apropiado postergar los análisis para el 2023.
Hace un par de días la Selección de Argentina venció por penales a Francia, una final que nos mantuvo en vilo hasta el penúltimo penal y que, gracias a buenas dosis de magia y un ajustado juego colectivo en la cancha, nos abrió la puerta para ir a festejar, a encontrarnos con el vecino y con la vecina en las esquinas que muchas veces nos juntan para reclamar algún derecho. Y ese fue el primer paso para muchos, antes de seguir su viaje hasta el Obelisco y para otros fue su único permiso para permitir que la alegría desbordara los límites de la vereda.
Otra esquina emblemática fue la de Nazca y Jonte, donde el paisaje se vistió de camisetas celestes y blancas aún antes que comenzaran las ceremonias en la cancha y luego, progresivamente se armó una multitud. Como con cada paso de ronda, nuevamente las cumbias futboleras coparon la parada a viva voz. Alguna camiseta de River o de Boca, pero la inmensa mayoría de la selección, con un 10 de Messi en la espalda. No faltó ni el pasacalle que identificaba al barrio de Villa del Parque y a las dos copas del mundo ganadas hasta este 18 de diciembre, 1978-1986, y a la que tendrán que estudiar donde y cómo agregarle la tercera estrella.
Para esperar a los campeones
Pero a la noche los barrios ya estaban con su circulación habitual y el mundo se concentró principalmente en el Obelisco, al igual que hoy a la espera del paso de los campeones. Al mediodía salió del predio de la AFA el micro descapotado que llevaba a los jugadores y al cuerpo técnico y que ya en la salida estaba rodeado de multitudes que aspiraban atesorar ese recuerdo, verlos lo más cerca posible, tal vez capturar desde algún puente de la Ricchieri la mejor imagen.
A la hora de escribir estas líneas ya sabemos que el recorrido no se pudo realizar, que millones se quedaron sin ver el paso de los campeones porque entre cinco y seis millones de personas se estima que estuvieron en las calles en el posible recorrido de la scaloneta.
Finalmente, los campeones del mundo sobrevolaron todo el recorrido en helicópteros porque se hizo imposible seguir por tierra ante la explosión de alegría popular. La foto histórica, el recuerdo de lo logrado fue finalmente para ellos, mientras abajo no hubo enojo ni frustración. Una conclusión posible es que el objetivo de millones de personas era simplemente el de festejar, el de sentirse junto a otros y otras por el simple hecho de haber nacido acá.