Casi ángeles – Ayer fue el turno de los alegatos de las defensas de los policías acusados de espionaje

Durante la mañana de ayer, en los tribunales de Comodoro Py continuó el juicio por el espionaje a organizaciones sociales a tres integrantes de la Policía Federal. Fue el turno de los alegatos de las defensas. Los abogados giraron sobre los argumentos ya expuestos durante el debate, pretendiendo que la división de inteligencia tenía como función primordial armonizar los ánimos durante las manifestaciones y reduciendo la intervención de su agente en la Agencia Walsh a una decisión privada, un hobby. Pasado el mediodía, el juez estableció un cuarto intermedio hasta el próximo viernes

En la mañana de ayer continuó el juicio por espionaje que se lleva adelante a tres exagentes de la policía Federal. La acusación recae sobre Américo Alejandro Balbuena, exoficial del cuerpo de informaciones, al que se le imputa haberse infiltrado en la agencia de noticias Rodolfo Walsh entre 2002 y 2013, y a dos de sus jefes, los comisarios Alfonso Ustares y Alejandro Sánchez.

Comenzó con su alegato el Dr. Jorge Álvarez Berlanda, abogado de Balbuena y Sánchez. Álvarez Berlanda utilizó la primera media hora de su intervención para plantear la nulidad de un procedimiento ocurrido en los primeros días de mayo de 2013. Este pedido de nulidad resultó ser una novedad en la causa, pero el problema que observan algunos abogados consultados por este medio es la extemporaneidad, dado que este tipo de planteos deben hacerse al comienzo del juicio.

Luego se abocó largamente a analizar la prueba presentada por la querella y la fiscalía, girando sus argumentos, básicamente, sobre los dichos de Balbuena y Sánchez en sus declaraciones en la causa en este juicio. De esta manera, Balbuena es presentado como un hombre con inquietudes periodísticas que invitado por Rodolfo Grinberg, fundador de la Agencia Rodolfo Walsh, encontró un lugar donde despuntar su “hobby” periodístico.

Tratándose de espías, nada es lo que parece

El abogado defensor se extendió durante una hora y media sobre su defendido Balbuena en la que dio su versión sobre casi todos los puntos que fiscalía y querella destacan para imputarlo. Así, por ejemplo, refiriéndose al artículo 8° del decreto ley secreto 9021/63, que limita la posibilidad de los agentes de informaciones a desempeñarse en servicios informativos, oficiales o privados, Álvarez Berlanda interpretó que “Las agencias informativas, desde mi punto de vista, no están relacionadas con agencias periodísticas, sino con agencias informativas comerciales (…) aquellas que establecen la realidad crediticia de una persona”. Por lo tanto, podría haber trabajado donde quisiera, Télam, Telefé, Roiter, aseguró el abogado.

De la misma manera, explicó que sus tareas se reducían a trabajos administrativos y que su disponibilidad horaria era similar a la de un enfermero que trabaja varios turnos seguidos y luego es compensado con francos, por lo que se justificaría que pudiera estar en cualquier horario y en cualquier lugar. Y en cuanto a sus ascensos, que lo llevaron a jefe de sección, señaló que “La jefatura de sección que estaba dentro de División Análisis, le fue asignada pero, como dije anteriormente, era papel pintado”.