«El carácter político de este lenguaje traza una frontera entre nosotres y ellos» – Fabiola Ferro y la resolución del GCBA de prohibir el lenguaje inclusivo.
Escrito por La Colectiva Radio el 25 de junio de 2022
En “Son & Se Hacen” entrevistamos a Fabiola Ferro, lingüista, docente e investigadora de la UBA, quien nos contó acerca de la falta de argumentos y las intenciones que hay tras la resolución del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de prohibir el uso del lenguaje inclusivo en la educación inicial, primaria y secundaria. Por un lado manifiesta que Argentina no cuenta con una lengua oficial avalada por una ley nacional o Constitucional. A su vez dice que no existe evidencia que establezca relación entre el bajo rendimiento escolar y el uso del lenguaje inclusivo. Este argumento es una forma de no responsabilizarse como Estado de las condiciones deplorables de las escuelas, de los salarios miserables y la falta de formación gratuita y en horario de trabajo para les docentes, y fundamentalmente, no hacerse cargo de que la mitad de les niñes se encuentren en situación de pobreza o indigencia.
Nos contó sobre las características fascistas, sancionatorias y disciplinarias hacia les docentes que tiene esta reglamentación y la importancia de entender al lenguaje inclusivo como una expresión de lucha que emergió de la mano de los movimientos por los derechos de las mujeres y de los colectivos LGTBQ+ irrumpiendo desde abajo hacia arriba, lo que hace imposible imponer una prohibición.
Entre otras declaraciones Fabiola comentaba que «Mas allá de que se use permanentemente, se use en partes, se reconozca su uso o el derecho al uso, el lenguaje inclusivo marca una frontera política muy clara. No se puede decir «les policíes». Cualquier usuarie de lenguaje inclusivo sabe que se dice «la policía» o «los policías» y «les policías». No hay modo, porque el inclusivo traza una frontera entre nosotres y ellos. No se puede mencionar a Larreta y Acuña como «elles». Son «ellos», o «ella» y «él». Hay una intuición respecto del carácter político del lenguaje inclusivo que además se corresponde con el ascenso de buena parte de la organización de lucha de mujeres, de organizaciones LGTBQ+, en particular del movimiento trans, que expresan una lucha popular. No siempre las luchas populares toman un carácter particularmente discursivo, pero en este caso ha encontrado ahí un modo de expresión concreto. Por supuesto no reemplaza la lucha ni da cuenta de todos los reclamos ni mucho menos, pero es una expresión de eso, si querés una bandera de eso. Y si, efectivamente la prohibición tiene que ver en un punto con un corrimiento a la derecha, pero tiene que ver en realidad con una concepción mucho mas amplia respecto a cómo contener cualquier movimiento político y contenerlo en el lenguaje. Por eso se escudan en la Real Academia Española y yo digo ¿cómo no les da vergüenza? ¡´Real´ no es de ´realidad´, es de ´monárquica´!»
«Creo que en realidad es imposible detener el uso del lenguaje inclusivo en las aulas. Creo que es una jugada política. También hay que ver cual es la deriva, porque alguien me puede preguntar: ´bueno ¿y que va a pasar con el lenguaje inclusivo?’… ¡y qué sé yo! Pueden pasar tantas cosas… En este momento y desde hace tiempo se consolida no solo en castellano sinó en otras lenguas también, lo que pasa es que en otras lenguas con otras morfologías tienen otras problemáticas. En Argentina es una expresión de lucha, no necesariamente en todos lados expresa lo mismo, no hay que fetichizar el lenguaje sacándolo de las condiciones sociales-históricas en las cuales es usado y es construído. Es construido, reconstruido, reformulado, resignificado, es dinámico y es histórico. La diferencia es que muchas veces los cambios son impuestos desde arriba, entonces llega el Imperio Español con los castellanos a la cabeza, producen una masacre en América Latina e imponen el castellano. Era un cambio de arriba hacia abajo. Hoy de hecho el castellano es una lengua vehicular en América Latina que lo que permite entre otras cosas es comunicarnos entre los pueblos también para liberarnos de las opresiones que sufrimos. ¿Elegimos el castellano? No, pero en 500 años se ha transformado en una lengua que puede ser usada para otra cosa. Ha mutado muchísimo pero sigue resultando una lengua de intercomprensión que te permite realizar por ejemplo reuniones de organizaciones obreras o campesinas de toda America Latina. El lenguaje inclusivo tiene la particularidad que no viene de arriba, viene de abajo. No es una intervención frecuente y esa es una de las cosas que mas molesta a la Monárquica Academia Española.»