Comenzó el juicio a Mario Sandoval

En la mañana de ayer comenzó el juicio a Mario “Churrasco” Sandoval, ex miembro de la Policía Federal, por la desaparición del estudiante de arquitectura Hernán Abriata ocurrida el 30 de octubre de 1976. Interviene el TOC 5 de Comodoro Py, en CABA. A Sandoval se le imputa responsabilidad en 596 desapariciones forzadas de personas durante la última dictadura militar-civil-ecleciástica. Estuvo radicado en Francia, donde obtuvo la ciudadanía y desde donde fue extraditado tras ocho años de acciones judiciales. Tras la lectura de cargos, los defensores públicos que lo asisten interpusieron recursos que fueron desestimados. Luego, el imputado prestó declaración y se negó a responder preguntas del fiscal, de las querellas y de dos de los miembros del tribunal.

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La esposa y la familia de Hernán Abriata esperaron durante 46 años para ver a Mario Alfredo Sandoval ingresar esposado a la sala de audiencias de un tribunal de la justicia argentina, para verle la cara nuevamente al individuo que irrumpió, primero en la casa materna de Hernán el 30 de octubre de 1976, para luego violentar también su casa y su vida. Hernán tenía en ese momento 24 años, era estudiante de arquitectura y formaba parte de la Juventud Universitaria Peronista (JUP). Comenzaba también a formar su propia familia con Mónica Dittmar, quien se encontraba presente ayer en la sala de audiencias.

 

En 1983 Sandoval se fugó del país y tras un paso por Colombia se radicó en Francia, donde obtuvo la ciudadanía. Una vez detectado en ese país, el juez federal Sergio Torres, en 2012, pidió la extradición por 596 casos de desapariciones forzadas y torturas. En Francia accedieron a devolverlo a Argentina para ser juzgado por la desaparición de Abriata. Finalmente llegó al país en diciembre de 2019. Tras casi tres años, ayer ingresó a la sala SUM de los tribunales de Comodoro Py escoltado por dos integrantes del Servicio Penitenciario Federal.

 

A las 10:30, el presidente del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°5 de CABA, Fernando Canero dio por comenzada la audiencia. Los otros integrantes, Daniel Obligado y Adriana Palliotti siguieron la instancia por la plataforma Zoom.  En tanto el fiscal federal Leonardo Filippini y la auxiliar fiscal Marcela Obetko, así como los abogados de las querellas, estuvieron presentes. Lo mismo ocurrió con el abogado y la abogada del Ministerio Público de la Defensa que asesoran a Sandoval.

 

Lectura de cargos

En tanto, en el espacio destinado al público estuvieron presentes familiares de Hernán Abriata, Mónica Dittmar, Carlos Loza, ex detenido desaparecido y testigo en la causa, y militantes por los derechos humanos. Un grueso vidrio separa este espacio del de la audiencia.

Para comenzar, el secretario del tribunal, Javier Falcioni, dio lectura a los cargos que se le imputan a Sandoval, para lo cual relató la instrucción del fiscal anterior, Eduardo R. Taiano, que comienzan con la detención de Hernán Abriata: “Imputo a Mario Alfredo Sandoval haber actuado en el operativo que culminó con  la privación ilegítima de la libertad de Hernán Abriata (…) Fue violentamente privado de su libertad sin exhibirse orden legal alguna, en la Avda. Elcano 3235, por un grupo de personas armadas vestidas de civil, pertenecientes al grupo GT 3.3.2, entre los que se encontraba Sandoval” Para la  fiscalía quedó demostrado que posteriormente Abriata fue llevado a una quinta y “a los fines del mes de noviembre fue conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde se le asignó el número 002”

 

“Allí permaneció clandestinamente detenido bajo condiciones inhumanas de vida, encapuchado con una capucha de color gris, engrillado, esposado, bajo las paupérrimas condiciones de alimentación, higiene y alojamiento que existían en el lugar y además fue torturado mediante la aplicación de la picana eléctrica”, continúa la lectura.

 

Por último, el secretario del tribunal leyó los cargos que se le imputan: “Ser coautor de los delitos de Privación ilegítima de la libertad, triplemente agravada por la condición de funcionario público, por haberse cometido con violencia, por haber durado más de un mes e Imposición de tormentos con el propósito de obtener información o quebrar su voluntad, cometidos en perjuicio de Hernán Abriata, en concurso real”

 

Declaró Sandoval

Vestido íntegramente de negro, sólo un detalle con los colores de la bandera francesa en un parche en el hombro lo atenuaba, con guantes negros de latex y barbijo, Mario Sandoval se sentó en el estrado. Como es de rigor, debió contestar las primeras preguntas realizadas por el Dr. Canero que refirieronn a datos filiatorios: “Mario Alfredo Sandoval…sin apodo, sobrenombre ni alias. 69 años…”, respondió y ante la pregunta sobre su estado civil, luego de titubear afirmó “casado”. Cuando se le preguntó sobre sus estudios, contestó: “Se leer y escribir – yo le estoy preguntando si tiene algún estudio más allá de saber leer y escribir, amplió el juez – Los suficientes para saber leer y escribir”

 

Una vez finalizado el interrogatorio, Sandoval hizo uso de la palabra por los siguientes 56 minutos. En ningún momento abandonó el tono desafiante del comienzo y su tiempo lo utilizó para plantear algunos ejes que repiten su estrategia para intentar evadir la extradición.

Algunos de sus dichos:

 “En los años ‘70 yo fui agente del Estado en la Policía Federal Argentina estando destinado para el momento del hecho en el Departamento de Asuntos Políticos de la Superintendencia de Seguridad Federal. Ejercí mi función respetando los principios legislativos y convencionales del momento”

 

 “Si hay algo que quiero dejar en claro es que en los 35 años que estuve en Francia mantuve contacto con el Ministerio de Seguridad Argentino, la Caja de jubilaciones y pensiones, la Policía Federal y las instituciones que querían comunicarse conmigo ¿Por qué? Porque yo cobro una pensión. En ningún momento yo estaba prófugo (…)”

 

Además, Sandoval recordó que solicitó interrogar a los testigos y el tribunal se lo negó en cuatro oportunidades y se refirió a Carlos Loza como instigador de su extradición, lo cual fue tomado por Loza como una amenaza.

 

Finalizada la exposición de Sandoval, el presidente del tribunal decidió un cuarto intermedio hasta el próximo miércoles 21 de setiembre, a las 9:30, momento en que darán sus testimonios Mónica Dittmar y Juliana Abriata. Para quienes siguieron presencialmente esta audiencia resultó difícil guardar silencio ante la victimización de Sandoval y por momentos exteriorizaron los sentimientos que despertaba el procesado. No obstante, primó el hecho de que se había dado el primer paso en el sentido de la reparación mínima que la sociedad espera.

Imagen de tapa: Bernardino Ávila