Agrotóxicos – Fallo histórico en la provincia de Corrientes

Ayer, el Tribunal Oral Penal de Goya dio un fallo histórico al condenar al productor tomatero Ricardo Prieto, del Paraje Puerto Viejo, localidad de Lavalle, por encontrarlo culpable de la muerte del niño de 4 años Nicolás Arévalo, el 4 de abril de 2011. Prieto fue condenado por homicidio culposo a tres años de prisión en suspenso. En el mismo hecho también fue contaminada la prima de Nicolás, Celeste Estévez. El fallo sienta precedente, es la primera vez que en Corrientes se condena a un productor rural por un hecho vinculado a la aplicación de agrotóxicos.

En diálogo con De Hormigas y Cigarras, Hermindo González, abogado de la familia de Nicolás, señaló que “Es un fallo que sienta jurisprudencia, es histórico, es el primero de la provincia. Desde ese punto de vista tiene una real significación en lo que tiene que ver con esta lucha que vienen llevando adelante los pueblos fumigados, las comunidades de los sectores donde se llevan adelante este tipo de producción hortícola (…) Respecto al quantum punitivo, deja un sabor a poco. Si bien es cierto que el máximo de la pena para este tipo de delitos, así concursados, es de cinco años, el hecho de aplicarle una sentencia que sea de ejecución condicional, o sea que no va a estar ni un minuto detenido, deja una sensación agridulce porque también uno aspiraba a que la justicia de un paso más”,

Además de la trascendencia del fallo en cuanto a sentar jurisprudencia, el abogado destacó la importancia para la familia: “Haber escuchado al tribunal decir que Ricardo Nicolás Prieto es autor penalmente responsable del homicidio culposo, o sea de la muerte del niño Arévalo y de las lesiones graves de Celeste Abigail Estevez es una especie de buena noticia para la familia y para la comunidad, porque esa idea de que era todo un gran invento, de que nada de eso ocurrió había ganado adherentes entre las filas sociales de la comunidad de Goya. Este fallo echa por tierra las aspiraciones de hacernos ver como simples personas que intentamos difundir una noticia falsa”

El hecho

El 30 de marzo de 2011, Nicolás Arévalo, de 4 años y su prima, Celeste Abigail Estévez, de 5, pisaron unos charcos de un líquido que resultó ser endosulfán proveniente de la tomatera de Ricardo Prieto. Ambos resultaron intoxicados y luego de ser atendidos en la provincia de Corrientes fueron trasladados al Hospital Garrahan. Celeste permaneció tres meses en terapia intensiva y aún tiene secuelas y Nicolás falleció el 4 de abril de 2011. Poco después quedó confirmada la causa de su muerte, edema agudo de pulmón producido por intoxicación por plaguicida órgano clorado alfa endosulfan.

A pesar de que la situación era transparente, el productor había fumigado el campo con endosulfán, los chicos habían pisado los charcos y la muerte de Nicolás se había producido por intoxicación aguda con ese poderoso veneno, llevar a juicio a Prieto fue una odisea para la familia y para el abogado que acompañó la causa, Julián Segovia y lo lograron recién en 2016.

Ricardo Prieto contó con el apoyo de productores rurales y el poder político de la provincia y el primer juicio, cuyo fallo se dio a conocer en diciembre de 2016 terminó con la absolución del productor rural.

El vergonzoso fallo fue apelado, tanto por Segovia como por el fiscal y el Superior Tribunal de Justicia hizo lugar a la apelación el 1° de noviembre de 2018 y ordenó el reenvío para que prosiga la causa y se dicte un nuevo fallo.

Poco más de dos años después, el 14 de diciembre de 2020, por fin ocurrió que la familia de Nicolás y la de Celeste, lograron una porción de justicia.