Entre Amapolas 2/5/22

Su acento es indescifrable. Su amor por los gatos, data de sus paseos de niña por el Botánico. Un día la desafiaron que no podía tocar el piano. Se sentó, tocó  y dejó aplastada a su maestra del asombro. ¿Fue una niña prodigio? ¿Lo eligió?. Un día, un General le dijo que se iría a estudiar a Viena. Dicen que toca a Chopin como si fuese Polaca. Como si la sangre importara….No le gusta estar sola. La lleva el viento. Teje comunidades que la construyen en sus días. Fue madre de tres hijas. Fue madre, Si, como pudo. Es la mejor pianista viva.

La Amapola de esta emisión se llama Martha Argerich.