Nadie se salva solo

El encuentro de Ribera Grafica el sábado 13 de diciembre en el barrio de Barracas nos acercó a la realidad y al compromiso de las gráficas autogestivas conformadas en cooperativas. La idea era que nos cuenten como están hoy cada uno de los proyectos, que problemáticas y desafíos tienen.

Yanina y a Laura, son integrantes de la cooperativa Esquina Libertad. La COPE nace en el penal de Devoto hace 15 años con un grupo de compas que pensando cómo sería su salida, que proyecto de vida iban a tener afuera. Y pensado qué van hacer de que van a trabajar al salir. Surgió textiles, pero no cerraba, y pensando salió la idea de una imprenta. Y así comenzaron, cuadernitos en el penal con cosas recicladas Y se fue formando un circuito, empiezan a salir los cuadernitos y a venderse en ferias, en diferentes movidas donde iban.

“Eso fue empezando a cambiar también, que algunos compas estaban adentro, otros en ese momento eran más compas adentro que afuera, y después eso fue variando también con lo económico. Eso, a nosotros nos representa esto de llevar como ser puentes entre el adentro y el afuera. Me parece que la escritura y todo lo que es gráfica para laburar como la historia de nuestro pueblo y todo eso me parece que es importantísimo”. Nos dice Yanina

Sabrina y Alejo de la Cooperativa El Zócalo nos contaron que son una gráfica también una editorial, y tienen una librería que nació en 2001 y fue creciendo. Empezó con cuatro compañeros, un compañero que es uno de los fundadores, es hijo de desaparecidos. Con una impronta de cooperativa, todos los que trabajan en este proyecto editorial, lo pensaron desde los derechos humanos y cooperativismo. Sumaron un sello de servicios editoriales que se llama Publiquemos, un espacio de la librería donde tienen muchos proyectos editoriales que son cooperativos o que son de experiencias comunitarias. Y cuentan ahí mismo con un espacio donde se presentan proyectos, charlas, realizan encuentros con la comunidad del barrio, con la comunidad educativa, todos los proyectos colectivos con lo que fueron crecimiento.

Nos fueron contando como sumaron otros proyectos para podes sostenerse en momentos tan difíciles, pero aclararon, básicamente con amor, por sobre todas las cosas.

“Es la base de nuestro laburo. Y los que venimos del mundo capitalista en lo que se refiere al trabajo y que nos hemos incorporado hace poco a la cooperativa, encontramos en este espacio algo formidable, que es poder tomar decisiones sobre nuestro futuro, sobre cómo manejarnos frente a la inclemencia del gobierno que nos toca, cómo poder continuar desarrollando proyectos, proyectos en conjunto. En Editorial El Zócalo somos 17 compañeros, de los cuales todos nos mantenemos principalmente de este proyecto”. Comento Alejo

“Los que no venimos del mundo del trabajo también. Sí, esa es la mayor ventaja, poder organizarnos autogestivamente y encontrarnos con otros que pretenden lo mismo y generar como la red que sostiene sobrevivir en un mundo que hace todo lo posible para que no lo hagas. Desde la cárcel, en nuestro caso, hasta la vida cotidiana de cualquier trabajador en Argentina. “sumo Laura

“Con muchísimas dificultades en los últimos dos años, muchísimas dificultades con compañeros dejando la organización con mucho dolor para ir a manejar un Uber y acompañando esos procesos. Nosotros tenemos 7 áreas productivas. Somos editorial, productora de contenidos, hacemos serigrafía, encuadernación”.

“Somos como incubadora de cooperativas. Ahí va eso que además tenemos asesoría cooperativa de comunicación y de salud y somos semillero de otras cooperativas. En los últimos años armamos dos cooperativas dentro de dos penales en la provincia de Buenos Aires.” Nos contaba las compañeras de la COPE.

Todos fueron pasando la palabra, intercalándose las voces, sin ninguna duda se notaban las coincidencias de un trabajo común con mucho amor.

Es un ida y vuelta entre ellos. “Formamos parte de las compañeras del Zócalo y las compañeras también de Esquina Libertad, de Feminismos Autogestionados de FEMA, que es un espacio donde nos encontramos las compañeras, en asambleas que nos reunimos, tenemos asambleas mensuales donde ponemos también la agenda feminista y las temáticas de género que tienen que ser parte en el cooperativismo.  El cooperativismo nos provee de esa cuota de creatividad para llevar adelante estos proyectos. Creo que sería imposible con otra estructura capitalista, con otra estructura con jefe, con otra estructura en la cual de manera horizontal podemos determinar, autodeterminar, auto gestionar nuestro quehacer.” 

“Este es nuestro trabajo, la militancia la sostiene el trabajo, es el hacer cotidiano”. El cooperativismo es en sí mismo un dispositivo de salud y eso hace que nuestro quehacer cotidiano tenga un encuadre a contracorriente del mundo, como dice acá el compañero, a contracorriente del sistema reinante, pero que tiene eso, que tiene una mirada desde lo comunitario, no de hacer un trabajo comunitario externo, sino desde nuestro quehacer cotidiano ser parte de pensarnos de otra manera. En una red de economía social que, desde diferentes miradas, pero con esa idea de generar otra manera de vincularnos.”